Fresco del Toro - Arte cretense

domingo, abril 17, 2011

TEODORA: La emperatriz feminista

"Aunque morir es la condición de nacer, es insoportable pasar del poder imperial a la ilegalidad. Dios no permita nunca que se me prive de la púrpura; no sobreviva yo al día que se me deje de aclamar como emperatriz. Si lo que quieres, emperador, es seguridad, eso es fácil de conseguir. Disponemos de dinero en abundancia; está el mar; están nuestros barcos. Pero ¡cuidado!, no vayas a descubrir, una vez a salvo, que habría sido preferible la muerte. Prefiero la vieja máxima: «La púrpura es un bello sudario»."

  (palabras de la emperatriz Teodora) 

  Procopio, B. P. I, XXIV 35-38





EL IMPERIO BIZANTINO: Mientras en Occidente la invasión de los bárbaros terminó con la unidad política, en Oriente, el Imperio Romano se mantuvo intacto y sobrevivió durante mil años más. Constantinopla, su capital, emplazada en la antigua colonia griega de Bizancio, contaba con una excelente situación económica que le permitió mantener un ejército bien dotado y una administración eficaz. Con estos elementos consiguió superar y desviar los ataques exteriores. La historia del Imperio Romano de Oriente comenzó en el año 395, cuando Teodosio el Grande dividió el imperio entre sus dos hijos, y a Arcadio le asignó el bizantino. En el siglo VI surgió un emperador que soñó con unificar el antiguo Imperio Romano y dedicó sus esfuerzos a lograrlo.  “la renovación imperial” Justiniano (527-565), que pertenecía a una dinastía de origen macedónico, considerada a Bizancio como la única sucesora legítima de la grandeza de Roma. Intentó recuperar la unidad romana y para ello atendió dos aspectos fundamentales: la reconquista de los territorios occidentales y el fortalecimiento del poder real.


LA EMPERATRIZ TEODORA Y SU SÉQUITO
En este mosaico de la iglesia de San Vital de Ravena se representa a la emperatriz Teodora junto a sus damas y sacerdotes en una escena muy similar a la de su esposo Justiniano junto a su séquito. Sin embargo, en esta podemos advertir una menor rigidez así como la introducción de elementos paisajísticos por medio de objetos esenciales. Teodora aparece cubierta con la venera, que simboliza el universo. La cortina entreabierta hace alusión a la Iglesia, en cuyo interior se encuentra la fuente de la Gracia de la que emana el agua bendita que proporciona la salvación.

La iglesia de Santa Sofía, la Divina Sabiduría o Hagia Sophia, dedicada a la tercera persona de la Trinidad, es una de las obras más sublimes del arte bizantino. Fue construida del 532 al 537, durante el mandato de Justiniano I en Constantinopla, capital del Imperio bizantino (hoy Estambul, en Turquía). Sus arquitectos, los griegos Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto, cubrieron el edificio, de planta casi cuadrada, con una cúpula central sobre pechinas. Ésta reposa sobre cuatro arcos, sostenidos a su vez por cuatro columnas. Dos semicúpulas hacen de contrafuerte de la cúpula central y los muros abiertos están asegurados por contrafuertes. Posee además unos bellos mosaicos bizantinos. La construcción definitiva se llevó a cabo sobre la primitiva basílica de Constantino entre el 532 y el 537, durante el reinado de Justiniano, en el periodo conocido como "Primera Edad de Oro". Sus arquitectos realizaron un diseño sin antecedentes, tomando elementos conocidos (planta basilical y rotonda), pero que se unen en una estructura nueva.

 Santa Sofía domina la silueta de Estambul como una potente ciudadela. 


Teodora, de cortesana a emperatriz de Bizancio


Se cree que Teodora nació en alguna parte de la costa asiática de Turquía, en el siglo VI d.C. Su familia de clase humilde, estaba constituida por sus progenitores y otras dos hermanas. La familia se había trasladado a la capital del imperio, Constantinopla donde Acadio, el patriarca de la familia, había conseguido trabajo como cuidador de los osos del hipódromo de la facción conocida como los Verdes, lo que supuso para la familia salir de la miseria. Pero la estabilidad familiar duró poco, ya que Acadio murió pronto y la madre casada de nuevo, se vio obligada a acudir con sus hijas vestidas de suplicantes al hipódromo y rogar por la ayuda de las facciones del hipódromo interrumpiendo una carrera en la pista central. Esta vez fue la facción de los azules la que dio trabajo al padrastro de Teodora, con lo cual, la familia siguió vinculada al hipódromo. Como camino a la situación de pobreza de las niñas ligadas al hipódromo, su única salida era el teatro o la prostitución, cuyos conceptos venían por aquel entonces a ser sinónimos.
La primera hermana en tomar el camino del teatro fue Comino, Teodora ayudaba en la puesta en escena como su asistente, transportando el taburete sobre el que su hermana se sentaba en sus representaciones. Pero llegó un día en que su papel dejó de ser secundario y debutó también en el teatro, su especialidad eran los chistes obscenos, las contorsiones y sus contoneos en el escenario ligeramente cubierta de ropa. Pero hubo un número especial que la hizo destacar sobre las actuaciones del hipódromo en el que se presentaba desnuda ante el público, se dejaba caer al suelo con las piernas abiertas, mientras unas esclavos esparcían grano de cebada sobre su cuerpo y empujados por los esclavos los gansos devoraban los granos sobre su cuerpo mientras Teodora fingía excitación con cada uno de aquellos picotazos.

Alcanzado su gran éxito en el teatro, Teodora se convirtió en una celebridad y como tal era la invitada de toda fiesta que se preciase. Su fama a la hora de satisfacer a anfitriones e invitados era por todos conocida y con 16 años se convirtió en la prostituta mejor pagada de Constantinopla. Alcanzado el éxito y para evitar pagar una cantidad de sus ganancias a la facción azul, junto con su amiga Antonina, y otras dos prostitutas abrió su propio burdel en la capital.
En la cima de su éxito, conoció al recién nombrado gobernado de Pentápolis, si fue amor o ambición, el caso fue que lo abandonó todo por seguir a aquel hombre convertida en su amante oficial. La relación fue un auténtico fracaso y fruto de ella nació una niña, que hubo de abandonar en su regreso a casa.

Fue en esta época en la que se produjo un cambio total en su vida. Conoció a Severo, ex-patriarca de Antioquia, que roma había separada de su cargo por defender el monofisismo, que sostenía la existencia de una sola naturaleza divina, Cristo. 
Tras 3 años de ausencia, Teodora volvió de nuevo a Constantinopla. Su amiga Antonina, era por entonces la amante del famoso general Belisario, amigo del sobrino del nuevo emperador, Justino. Sin embargo se cree que durante esta época Teodora ya se había retirado de la prostitución, no acudía a fiestas ni aceptaba la compañía de hombres y se pasaba los días hilando en la rueca. Sin embargo, si aceptó conocer a Justiniano, el sobrino del emperador. Justiniano no tardó en enamorarse de Teodora y de convertirla en su amante. Al poco tiempo Justiniano la elevó asombrosamente a la categoría de patricia. Sin embargo, Teodora quería legitimar su matrimonio, pero la ley era inflexible a este respecto y estaba prohibido que tanto prostitutas como artistas de teatro se casasen con nobles. En este punto la emperatriz Eufemia, pareció dispuesta a impedir semejante aberración por lo que tuvieron que esperar a la muerte de esta para que el emperador Justino diese su consentimiento derogando la ley que impedía los casamientos entre distintas clases. 3 años más tarde, Justino empieza a compartir la carga de gobierno con Justiniano, unos meses después muere. Teodora se convierte en la emperatriz consorte a lo 27 años de edad.
Una vez que Justiniano hubo alcanzado el poder, el papel de Teodora no se limitó a sus labores de mujer discreta. Su influencia sobre el emperador la llevó a la renovación del derecho romano “Corpus Juris Civilis” en las que parecía reflejar el largo periplo de las injusticias y padecimientos que pudo haber sufrido la  emperatriz. Entre las novedades que incluía la ley, destacan aquellas que defendían la igualdad de la mujer, el derecho al divorcio, la imposición de penas para los violadores, el derecho al aborto o la prohibición de la prostitución forzosa, creando planes de rescate para jóvenes prostitutas y rehabilitándolas para otros oficios. También promulgó la ley que permitía a las mujeres ser propietarias y mejoró el sistema de salud femenino, se castigó el maltrato a la mujer y la igualdad del derecho de los hijos legítimos e ilegítimos ante la ley, incluido el derecho de herencia.
Pero los altos impuestos para la financiación de las grandes obras del imperio, entre ellos el templo de Santa Sofía y los excesos cometidos por los funcionarios llevaron a la rebelión del pueblo. Justiniano estaba dispuesto a huir de Constantinopla pero Teodora se opuso y Belisario, el ahora marido de Antonina, puso fin a al rebelión.
Después de 16 años en el poder, en el año 548, murió de cáncer de mama a los 40 años y su cuerpo fue enterrado en la iglesia del Santo Apóstol. Fue beatificada por la iglesia ortodoxa, convirtiéndose en santa. Su sobrina Sofía, casada con el sobrino favorito de Justiniano, se convertiría en la próxima emperatriz de Constantinopla.

Teodora fue gran legisladora, se encargó de dictar diversas leyes de corte feminista que protegieron ampliamente los derechos de la mujer.

-De ella salió la primera ley del aborto que se conoce.
-Mejoró la ley del matrimonio que daba máxima libertad incluso para cometer bigamia.
-Protegió del castigo al adúltero o la adúltera.
-Permitió el matrimonio libre entre clases sociales, razas o religiones.
-Permitió que la mujer se pudiera divorciar libremente.
-Prohibió la prostitución forzosa.
-Instauró la pena de muerte por violación.
-Reglamentó los burdeles para evitar abusos debiendo estar regentados por las propias mujeres.

Sin embargo, también cabe atribuirle algún exceso como la exigencia de impuestos abusivos a la población para financiar obras faraónicas como la catedral de Santa Sofía, al igual que una actitud cruel con los opositores al régimen imperial.



2 comentarios:

  1. uau, Teodora! Buenísimo que hayas publicado esto...Se cuenta en otro lado que la rebelión, que la hicieron conjuntamente verdes y azules (no azules y colorados!), que eran como los barras bravas de aquel entonces en el Hipódromo, llegaron a entrar en palacio, y que Teodora logró sacar a Justiniano disfrazado de mujer, y como bien decís, tomó el control de la situación y con Belisario logró parar la rebelión. De éste hay una biografía novelada de Robert Graves, "El conde Belisario" que está muy bien, por ahi la leíste. Igual, gente de pocas pulgas los bizantinos en lo que a lucha por el poder se refiere, la lista de emperadores asesinados cruelmente es interminable. Uff, es que diste con un tema que me gusta...
    Un beso
    Rick

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  2. Gracias Rick, leí otros títulos del imprescindible Graves, pero justamente ese no. Muchas gracias por recomendármelo!! Te mando un abrazo

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