Fresco del Toro - Arte cretense

domingo, agosto 01, 2010

LA FIESTA DE LAS ESTRELLAS ENAMORADAS


Desde una almohada bordada de celeste y seda
En el firmamento: dos estrellas… Altair y Vega
Fueron separadas por un rudo torrente de agua
Y desde el amargo cielo fue cayendo la gota
En lágrimas de alegría y el llanto de la tristeza.

En los murmullos de los seres del cosmos
Diez soles en lo alto del cielo abrasaron
Al amor, al dolor, a los árboles de la tierra
Queriendo secar, los mares, ríos y plantas
Muriendo la gente hambrienta y sin sustento

El amor lanzó un dardo y apagó los soles.
De sus cuencas le brotaron las lágrimas
Que apagaron los ardores de los muertos.
Como una estrella viva cantando desde allí
Explotaron las aguas rociando el buen vivir.

Las lágrimas fueron cura; el elixir de la vida
Viajando con agua, con la sal y con sangre
Fueron el camino fluido del cielo a la tierra,
Salvando a cuanta alma les fuese posible.

La gente ama, sufre y se muere de hambre
En una vida dolorosa, dura, cruel e incierta
Y el cielo aprieta dialéctico con mano dura,
Para que el agua fresca caiga y los alimente.

Las lágrimas son el fruto del amor eterno
Que saltan de las verdes lámparas del cielo
Y se reflejan en la alegría y el dolor humano
Y mientras brotan se aman los seres como hermanos.

JEM WONG

YYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY

Una de las fiestas más importantes del calendario japonés es Tanabata, o lo que es lo mismo, la celebración del encuentro de las estrellas Vega y Altair, separadas por la Vía Láctea durante el resto del año. Como tantas otras cosas en este país, es una tradición de origen chino que proviene de la leyenda amorosa de la princesa hilandera Vega (Orihime, en japonés), hija del rey del cielo, y el pastor Altair (Hikoboshi), condenados a guardar su amor para los escasos momentos de la noche del séptimo día del séptimo mes del calendario lunar, cuando se les permite cruzar la vía láctea (Amanogawa, o río del cielo) para reunirse.
Desde la perspectiva terrestre ambas estrellas parecenestar separadas por una enorme banda de luz poco brillante, que corresponden a millones de estrellas de nuestra galaxia, la vía láctea; es decir, representa el río que separa a los muchachos estrellas.
El cuento, un mito japonés, conocido bajo el nombre de Tanabata: Orihime era una princesa que se dedicaba a la confección de preciosos vestidos, ella vivía a la orilla de un río junto a su padre Tenkou, también conocido como el rey del cielo. Un día Orihime conoció a un pastor de vacas al otro lado de la ribera, se llamaba Hikoboshi, fue amor a primera vista que resultó en un rápido matrimonio. Lamentablemente la unión trajo problemas, el amor hizo que la pareja olvidara sus responsabilidades. Orihime dejó de confeccionar los preciosos ropajes por la cual era conocida y Hikoboshi perdió todo su ganado. Cuando el rey Tenkou se dio cuenta del problema de los muchachos, los separó, enviando a Hikoboshi al otro lado del río, sin posibilidades de regresar. El dolor de la separación hizo que Orihime llorara por largo tiempo, finalmente los ruegos de la muchacha terminaron ablandando el corazón del su padre, quien accedió a que los esposos se encontraran una noche, pero sólo una vez al año. Al tratar de reunirse se dieron cuenta que no había forma de pasar de una orilla a la otra, ante el dolor de los esposos, un grupo de urracas se entristecieron y trataron de ayudarles, colocaron ala contra ala haciendo un puente de pájaros. Cuando ambos jóvenes pasaron el puente y se encontraron, las urracas les aseguraron que el otro año vendrían para auxiliarles nuevamente. Solo había una condición, si llovía no vendrían y Orihime y Hikoboshi tendrían que esperar hasta el próximo año para verse.
La narrativa de Tanabata tiene un eje que condiciona la unión de los muchachos estrellas, este eje es la lluvia, el cuento indica que de llover, las urracas no vendrán y no se concretará la unión, del mismo modo en la vida real, si la lluvia llega, las estrellas no se observarán y la cantidad de papel utilizado en los ornamentos se dañará, los observadores de la fiesta estarán muy pendientes del arribo de la lluvia. Un buen ejemplo de cómo el mito y el rito se engranan y condicionan junto al medio ambiente. Evidentemente también Tanabata tiene una enseñanza implícita, que indica que a pesar de los contratos matrimoniales y las uniones de pareja, es necesario seguir manteniendo las responsabilidades sociales que hemos contraído con la comunidad. Sin embargo, en el mundo natural los esposos-estrella nunca se podrán reunir, las estrellas Vega y Altair se encuentran alejadas una de otra por 14.8 Años luz, es imposible que año con año estas estrellas se junten en un punto del espacio. La cita de Orihime-Vega y Hikoboshi-Altair pertenece únicamente al maravilloso mundo cultural, en la fría y desolada realidad física ambos soles seguirán brillando independientes uno del otro.

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